9/10/2012

Buenas noches.-


Anoche cumplí uno de esos sueños de los tantos que se engendraron durante mi infancia. Sin buscar el camino hallé un sendero sin cornisas ni limites, sin señales ni huellas que abandonó mis pies cuando la fuerza de gravedad comenzó a jugar conmigo.
Volví a ser un incorpóreo, un ser sin peso ni materia. Unos pasos apresurados