1/27/2013

Áridos placebos

Ya es hora, deja que suceda. -Vas a estar allá? ¿Me vas a esperar no?
-No. No vamos a volver a vernos. Me voy para no volver por un camino que no admite multitudes. Cuando
llegues donde llegues vas a estar en soledad. Nadie va socorrerte ni entenderte. Donde te dirigís se hablan lenguas extrañas, y nadie puede oírte. Vas a tener que aprender a vivir con eso.
Deja que todo suceda y no ataques paredes que no hablan ni cuentan secretos.
Buen viaje y... buen viaje.

Caminó dos pasos hacia atrás sin girar, sin moverse. Se alejó hasta que las ligaduras que nacían en los miocardios compartidos cedieron a la presión y murieron. Y secaron sus raíces y cayeron al suelo esos frutos que jamas verán la luz del sol.
Intentaron resucitarlo golpeando el esternón y partieron dos costillas en vano.
Los arboles mueren de pie todos los días.

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