2/18/2013

Crónica de una muerte negada.

Tus ultimas palabras acompañadas del gesto de despedida fueron -Estas vivo, chau Matias. Chau.
Y quise quedarme, aunque muerto en vida por pulular a tus alrededores, por espiarte en tus diarios quehaceres aun cuando mi cuerpo se negaba a comenzar su putrefacto proceso.

Hija Noble.-


Hallase quién relata en aquel entonces ocupando su lugar de preferencia, ese que me permite contemplar la población a pesar de mi diestra ausencia de visión, relajándome y regando mis profundos estados de paz y amplitud para recibir con el honor que se merece el vestigio de Dios, cuando atraviesa la puerta principal la figura de quien a último momento se suma a las huestes de oradores y soldados de este ejercito desarmado.