Al igual que las
últimas fiestas de fin e inicio de ciclo estas no fueron dignas de artificiales
destellos ni brindis honorarios. Todavía estoy intentando descifrar a que se
debió la paliza que me dejo regurgitando bilis y tosiendo doblado en el piso
del baño, mi respiración corría maratones, las paredes se movían solas y mi
transpiración goteaba helada.
Rompí el folclor
de las reuniones y honoríficas consideraciones por muchas razones hace ya
varios años y realmente no encuentro en mi ni vagas intensiones de reavivar
esas costumbres tan clásicas entre congéneres y el hecho de que mis laborales
nocturnos me obliguen a dormir de día me servia como excusa perfecta para dejar
apagado el teléfono. Salí de casa mareado aun y con repentinas ganas de escupir
el estomago completo por momentos así que lejos de seguir los consejos que
cualquiera pudiera revolear con sabiduría heredada del boca en boca durante
añares de charlas pelotudas me prendí un cigarrillo y caminé. Caminé rápido
porque era tarde, y caminé como pude porque el tobillo izquierdo se me había
revelado una vez más. Supe desde los primeros indicios que la raíz de todos
estos malestares residía mas allá de los físicos aunque sigo ajeno al
entendimiento y hasta dentro de unas horas tendré que vivir con la duda.
Mi noche empezó intensa y terminaría siendo mas intensa aun
pero no me quejo, no ahora que me permití tomar aire y experimentar las
emociones que yo pedí porque se me aburría el cardiaco. Y postergue mis
expresiones para no acusar, ni atentar contra mi propia decisión. Y no me
permito hablar mas del tema, al menos por el momento porque para mi sorpresa y
aburrimiento no me cansé de despedirme aun, aunque llevo tantos ratos de tipeo
dedicados al desenlace que ya perdí la cuenta.
Inicie mi última temporada repitiendo fallos y caprichos,
negando y aun queriendo establecer un golpe de estado a gobiernos de corazones
extranjeros hasta que fui exiliado con honores. Increíble pero cierto.
Tarde menos que horas en retomar la marcha y no me
arrepiento, avancé con la esperanza mancillada y sin miedo y me probé, sobre
todo a mi mismo, que podía morir en el combate danzando sin sangrar ni
titubear. Estrené tácticas viejas sin uso y me quede hablando solo una vez más.
Y confirme mi teoría sobre los profetas en su propia tierra tantas
veces...
Confiaba en mis experiencias viejas creyéndome hábil
caminante y un día lloré como nena reanimando un nervio muerto hasta que me vi.
Me vi y empecé a reír. Literalmente. Ya me tome mi recreo, ya no tengo tiempo
para esto porque el tiempo es eterno e inexistente y quienes aun están lo
suficientemente cerca para oírme saben que el reloj que uso es porque me
encanta, no porque lo necesite.
No voy a negar que me enojé, que me tropecé y hasta creo
que volví a buscar problemas en alguna que otra ocasión pero sigo volviendo a
casa, mas tarde, mas temprano a veces, vuelvo a casa. A mi paso, con prisas y
lentamente, tan lento que desespero a veces.
Me niego a promediar aunque tenía ganas, pero realmente
solo quiero dormir un poco y perderme en el silencio que no conozco, en los
mimos de la almohada y perder el tiempo dedicándomelo a mí. Estoy sin ánimos de
ustedes y con poca tolerancia al mundo así que solo voy a hacer lo que hago
siempre y que las huellas del sendero hablen por si solas.
Estoy cansado y la piel se me esta descascarando.
Yo también quiero ser libre, eterno y otoñal.
2 comentarios:
Te lei, una y otra vez y practique la lectura transversal y la que atravieza., no se porque me dolio mi Solar,
No esperaba menos de una bruja vieja! lamento la fea sensacion, pero asi era, y asi fue mucho tiempo. Esas cosas no pueden ocultarse a quienes saben leer mas alla de las lineas impresas.
Besos y abrazos corazon!
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