4/08/2014

El viejo miseria

Tres habitaciones al final de un pasillo demasiado estrecho, una cocina con una sola ventana y un comedor demasiado grande para solo tres habitaciones había sido durante muchos años la residencia de quien sabe quien. Fue el hogar, años mas tarde, de un matrimonio cuyo nombre nadie supo jamás, y, si alguien lo ha sabido en algún momento no lo recuerda hoy.

Infancia

Expreso las presentes líneas inmerso en un estado de emoción que dista a años luz de la alegría, sin embargo carece de conexiones con su antítesis. Tal vez sea mi ignorancia o, ¿por que no? Tal vez sea un Cousteau de los sentimientos modernos.