Hablame de amor cuando seas tu prioridad en el espejo.
12/25/2016
12/09/2016
Negro amado
No pasa un día sin que tu
recuerdo se pasee al menos por un momento en mi vida, dejando surcos amargos y
un vacío vertiginoso. Ya no estoy enojado, te extraño siempre, y mas. El otro día
hablamos de vos con uno de mis hermanos de vida, relación que consolidamos en
gran parte gracias a vos. Le dije “Hay que reconocer que el negro nos enseñó
mucho con su elección. Nos hermanamos una banda, nos volvimos mucho más
importantes para nosotros mismos. Nos valoramos más y nos sacamos del barro
unos a otros mucho mas seguido.
Entendí que tan peligroso puede
ser no encontrarle el truco a la vida, y vivirla sin sobrevivirla. Aprendí que
mortal es no saber pedir ayuda, que tan riesgoso es perder el horizonte del
Amor propio y que tan grande puede ser un Amor como para dejar de amar tu vida.
Ay Negro te la mandaste y te extraño banda.
Y no puedo dejar de agradecerte
por cumplir con tu parte, aunque pueda parecer lo contrario, se que hiciste
todo lo que tenias que hacer antes de irte. Me hubiese gustado empezar a jugar
a la pelota antes y agregar a la lista de vivencias compartidas con vos un
partidazo, una victoria o una derrota, que no sabe a derrota si la bajas con
cerveza y amigos.
Unos días después de que te
fuiste nos vimos, a veces dudo si realmente vos también lo vivís, o solo yo,
por eso te lo cuento. Y porque necesito hacerlo. Estábamos todos, tu vieja también,
entrabas a ese comedor de casa antigua sonriendo y alegre mientras nosotros nos
preparábamos para ir a tu funeral. Ellos iban a ir de camisa blanca, yo con la
camisa azul que me compré para tu casamiento.
-Me compre esta camisa para ir a
ver a mi amigo y voy usarla para ir a ver a mi amigo.
Me señalabas con el dedo y te reías,
yo estaba mudo, no podía creerlo y nadie te veía. Te reías de mi, Negro y me dijiste
que solo yo y tu vieja te podíamos ver en ese momento, y que ibas a ir con una
camisa blanca, tomando el pelo, burlándote de mi. Y me desperté llorando pero
con el corazón mas aliviado. Me tranquilizó mucho verte sonreír. Un tiempo
después volvimos a encontrarnos y no quisiste venir conmigo. Me dijiste que no podías
ir, que te quedabas allá y te abracé fuerte hasta despertar llorando
nuevamente, pero te entiendo y sin prisas, pero ansioso espero y confío en que
nuestro reencuentro es un hecho. Vamos abrazarnos tan fuerte que va a llover y
vamos a esperar juntos a todos y jugar un partido mas, todos viejos, algo
encorvados y cascarrabias.
Nos hiciste mas sabios y humanos,
nos diste mucho que en que trabajar por el resto de nuestras vidas y nos
hiciste mas familia todavía. Gracias negro.
Te Amo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)